14 AÑOS.....de vida rotaria !!!!! Fundado el 10 de Diciembre de 1999 y la Carta Constitutiva del 28 de Junio del 2000 Distrito N* 4455 - Perú
.  
 
  ETICA Y ROTARY 25-04-2024 04:31 (UTC)
   
 

La ética en Rotary



Por EGD Pier Lorenzo Marchesine
Publicado en la Carta Mensual del G.D. 4650, Marzo de 2003 (Versión del portugués)  
 

Vivimos, actualmente, una creciente destrucción de los valores morales en la vida pública y en la privada. El avance tecnológico, a pesar de haber significado incalculables beneficios a la humanidad, trajo también la exacerbación del materialismo, pasando a valorizar al hombre por lo que tiene y no por lo que es. Se valoriza el poder económico en detrimento del carácter de la persona.
Para la sociedad, el hombre pasa a valer por la cantidad de dinero que consiguió amasar, aunque lo haya hecho de manera ilícita. Los fines justifican los medios, no importando que la ética que debe existir en la relación entre las personas, sea ignorada o menospreciada.
Desgraciadamente, y al ser un agrupamiento humano, Rotary sufre las consecuencias de esta inversión de valores. Seríamos hipócritas si afirmásemos que nuestra institución no posee en sus cuadros elementos que la perjudican ante la sociedad por su comportamiento inético, tanto en su vida privada como en su vida pública.
Se espera siempre que Rotary debe ser una asociación de personas extremadamente éticas. No debemos olvidar nunca que un rotario debe ser un ejemplo para la sociedad, no permitiendo que la misma se vea privada de una de las últimas células de moralidad que aún existen en nuestro planeta.
Según Oren Arnold, profundo conocedor de la historia de Rotary, "el más importante avance ético del siglo 20 fue la fundación de clubes internacionales de servicio".
Para mantenernos dentro del patrón ético exaltado por Oren Arnold, basta que los clubes, en sus ansias de crecer, no liberen sus puertas permitiendo la entrada de personas que no poseen los requisitos necesarios exigidos por Rotary; aceptando la opinión del Comité de admisión ( que debe ser estricto y valiente) incluso y si es necesario, desagrade al compañero que presentó al candidato.
Ser rotario no es únicamente ser socio de un Club rotario: la ética exige que el mismo sea una persona honesta, responsable, leal y solidaria y, obviamente, que respete a los compañeros de su club y los de los otros clubes.
Vamos a salvar a Rotary, todavía hay tiempo!!!
___________________________________________________________________________
 

Ética y Rotary

Por el EGD LUCIO H. ARIAS Distrito 4680 (Pcia. de Mendoza y San Juan, Argentina)
 
“Parte de la filosofía que trata de la moral y de las obligaciones del hombre”.
Más bien que la ciencia de la moral, es la ciencia de los principios de la moral, o de los actos humanos, libres, morales – que son actos de significación equivalente.
Los actos libres son la materia de la ética, pero su objetivo formal es el orden que ha de presidir estos actos.
La ética estudia, no los actos y las costumbres como son en sí – ni siquiera las leyes de hecho (sociología) – sino lo que deben ser en relación con el ideal de perfección humana o el orden moral, cuya existencia hace que los actos humanos sean buenos o malos, justos o injustos. 
Si no hubiera diferencia entre el bien y el mal, si no hubiese un principio de distinción, quedaría suprimida la cualidad moral de la vida humana.
Y si la moral es aquello que no concierne al orden jurídico sino al fuero interno o al respeto humano, ésta – la ética – es una ciencia que trata del bien en general y de las acciones humanas en orden a su bondad o a su malicia.
Resumiendo: descansa en postulados psicológicos y metafísicos:
1°: La naturaleza racional y libre del hombre.
2°: La existencia de Dios, principio y supremo legislador del orden moral, pues aunque el hombre tiene su propia conciencia, las leyes morales, la ley y el orden no subsisten sin un legislador y una causa universal del orden.
3°: La existencia de un orden moral que hace que los actos de los hombres sean buenos o malos, justos o injustos.
En su libro “Crecieron Juntos”, un gran amigo rotario chileno, D. Mario Contreras Rojas, cita un cuento del escritor César Guzmán, de su obra “Superación”, donde relata que un hombre que caminaba por la calle muy oscura vio venir, a lo lejos, a otro con un farol encendido en la mano. Cuando pasó a su lado pudo ver que el hombre caminaba con los ojos cerrados y le pareció que era ciego, regresó y le preguntó:
- Amigo: ¿es usted ciego?
- Sí señor, lo soy. Contestó el otro.
- Entonces... ¿Para qué lleva usted esa luz si no puede ver?
- Para que la gente no tropiece conmigo, contestó el no vidente... 
Así pienso que los principios morales o espirituales son luces que llevan a los hombres, en su tránsito por esta vida, para no constituirse en obstáculos en el camino de los demás. Esos millones de luces permiten una convivencia entre los seres humanos. 
Las normas morales enjuician la conducta a través de los valores supremos hacia los cuales debe orientarse la vida humana. 
Estos principios están dirigidos a la parte interna del individuo, a su espíritu, y en una parte importante están condicionados por el medio social en el que cada hombre se desenvuelve. 
En todo el mundo no rigen los mismos cánones morales, ni las costumbres son semejantes, pero los valores espirituales constituyen el motor del progreso mensurable de la humanidad.  
Las instituciones nacen como consecuencia de las ideas creadoras de los hombres libres, que las conciben para que el ser humano pueda dar curso a todas sus inquietudes y necesidades, conscientes de los enfrentamientos de la sociedad. 
El sentido de la historia es la lucha, a favor de sistemas de vida en los que el espíritu puede fijar el rumbo de la cosa pública en igualdad de oportunidades y derechos para todos y en el ancho escenario de la libertad, basada en una vocación de justicia.
Hay un pasaje en La Biblia (Pentateuco) que dice: ...” y elegirás tu vida, para que vivas tú y tú descendencia”, que constituye una sabia advertencia sobre el destino del hombre y de un pueblo.
Naturalmente, el bien y el mal están presentes en la naturaleza humana. 
Se elige la vida, se elige un destino. No hay alternativa. La vida que uno quiere vivir, la existencia que uno se quiere dar. Es una elección en lo personal, pero también elección en lo colectivo cuando se trata del destino de un pueblo y de la humanidad. 
Por supuesto, se deduce de la Sabia Escritura que se habla de elegir una sola vida: paz, confraternidad, amor, justicia.
Ello puede ser considerado como comienzo de un proceso que hace de la espiritualidad el centro de todo un cambio en el mundo antiguo que tendrá importantísimas consecuencias en el devenir humano. 
Una nueva esperanza se encendía en los corazones. No sólo una nueva manera de comunidad, sino un nuevo tipo de hombre en la Historia.
El cristianismo, cuyas esencias tienen su origen en el Antiguo Testamento y que recoge el Evangelio, expande, primero a través de su prédica de Jesús de Nazaret la tierra donde nació, luego en Judea, y después por los Apóstoles por todo el vasto imperio grecorromano y el mundo de entonces, aquellas ideas y principios que "contiene la voz dulce del Señor”; esa luz que Nerón ni sus émulos, ni la violencia y la opresión pudieron extinguir; la de despertar en todos los pueblos una vida de justicia y de verdad, conforme a la Ley, uniendo a la humanidad en esta noble aspiración, que cambiaría el curso de la comunidad.
No es un gran misterio religioso porque ello entra en el terreno de la Teología, sino acontecimientos ciertos que tuvieron lugar, es decir, la conjunción de los momentos de la Historia Universal en que aparece una poderosa e incontenible fuerza espiritual, el cristianismo, como vehículo de los grandes ideales de todos los tiempos que habían predicado los Profetas de la Biblia.
En el imperio grecorromano existía la esclavitud como sistema normal de vida. Sócrates y Platón que legaron al mundo enseñanzas imperecederas admitían esa sociedad como necesaria.
“Todo lo que queráis que los hombres hagan con vosotros, hacedlo con ellos porque así lo exige la Ley y Los Profetas...” San Mateo. Esto ponía en el corazón del hombre una nueva escala de valores morales, de solidaridad, de respeto por los valores humanos.  
Tanto la Declaración de Filadelfia de 1776, que proclamó la independencia de los EE.UU., como la Revolución Francesa de 1789, afirmaron que todos los hombres son igualmente libres e independientes por naturaleza y tienen derechos que les son inherentes y de los cuales no pueden ser despojados por ley alguna. Expresan así el reconocimiento de aquellos principios espirituales que nacen en el Antiguo Testamento y que los Evangelios remarcan como principios inmutables.
La libertad religiosa era elevada a la categoría de base de todas las demás libertades, era fundamental en el pensamiento de los dirigentes revolucionarios de la República.
El civismo inspirado en la fuerza del espíritu.
Lo mismo ocurrió con la Constitución Argentina de 1853 que organizó jurídicamente a nuestro país y sentó las bases de la unidad nacional. Sus protagonistas no fueron guerreros de profesión ni conquistadores, sino hombres libres imbuidos de profundos sentimientos espirituales y de progreso constructivo.
Bajo este concepto de universalidad nació Rotary.
Es una creación del espíritu. Pero para que esto haya sido posible fue necesaria la libertad. Este progreso mental, esta forma de vivir en una sociedad civilizada, no se hubiera dado en otro clima.
Por estas mismas razones es que cada rotario tiene su propio concepto de Rotary y lo visualiza desde una óptica distinta, que difiere de un continente a otro, de un país a otro y muchas veces dentro de un mismo club, ya que los socios están formados cultural y socialmente en forma diferente.
En Rotary convergen individuos de distintas razas, con vocaciones espirituales diversas y que aprecian en forma divergente los modelos económicos y políticos de la sociedad. Pero esta dispersión es, precisamente, lo que ha dado a Rotary una fuerza espiritual inmensa, y es hermoso apreciar cómo en este pequeño mundo rotario pueden convivir hombres tan diferentes.
Por lo mismo es muy difícil fijar un patrón determinado de normas morales para todo el mundo rotario.
No obstante ello, si examinamos los diversos aspectos que Rotary nos presenta, tenemos que concluir que existen valores espirituales fundamentales que nuestra institución proclama y explicita para los hombres y mujeres que han adherido a ella.
Desde esta perspectiva, todo lo que nosotros somos, en el universo en el que vivimos, es una gota en el océano. Pero si cada uno de nosotros no fuera eso que es, -como decía la Madre Teresa de Calcuta-, a este océano le faltaría una gota.
El valor que tenemos por el solo hecho de ser quienes somos, es el tipo de valor que tenemos que tener en cuenta.
Es decir, lo importante es reconocer que uno es valioso por el hecho concreto de ser quien es dentro de nuestra organización. Ser auténticamente quien soy.
Es la idea del concepto de la auto aceptación situada dentro de las normas de: tolerancia, comprensión y buena voluntad, amistad y servicio.
Estos enunciados, que implican elevadas normas de ética, en las actividades profesionales y empresariales; el reconocimiento del valor de toda ocupación útil y la dignificación de la propia en beneficio de la sociedad, son algunos de los valores que en 97 años de existencia, hemos ido conjugando y que nos mantiene unidos en la hermosa empresa rotaria de buscar reconstruir el mundo a través de la reconstrucción moral y espiritual del hombre.


 
 
  Rotary International Link
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 

COPYRIGHT-2005 RC. LOS ALAMOS DE MONTERRICO
  Distrito 4450 Lima-Peru
  DAR DE SI ANTES DE PENSAR EN SI
  Obras del Rotary Club Los Alamos
  ROTAY CLUB LOS ALAMOS
  Rotract UPCH-Los Alamos
  Un Gobernador del RC. los Alamos

GRACIAS POR SU VISITA A NUESTRA WEB Este sitio web fue creado de forma gratuita con PaginaWebGratis.es. ¿Quieres también tu sitio web propio?
Registrarse gratis